Los sojuzgados decían que aquellos señores poderosos podían cambiar su aspecto a voluntad y metamorfosearse animales.
Los Dioses de Egipto tenían doble apariencia, animal y humana.
Esto lo hacían para atemorizar a la gente y obtener de ellos tributos, y a sus hijos, para esclavos, para la guerra, o para comérselos.
Me encanta.
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