
Están envueltas en suntuosos mantos. Las telas finas de Paracas Necrópolis son de algodón y de lana de camélidos, o de material mixto generalmente constituido por una tela básica de algodón sobre la que eran bordadas figuras con hilos de lana de distintos colores.
Las telas finas de Paracas Necrópolis fueron prendas de vestir. En vida, los mantos se llevaban sobre la cabeza a manera de gran mantilla que caía por la espalda. Hay signos evidentes de haber sido usadas y hasta ostentan remiendos. Al morir, estas prendas formaban parte del ropaje o ajuar funerario.
Se trata de mantos rectangulares, largos y anchos como una manta (su tamaño, por término medio llega a alcanzar 2.50 x 1.30 m) cuya base es de algodón o lana, rematada por un bordado de motivos polícromos. Los motivos son pequeños y se repiten con diferentes combinaciones, representando seres mitológicos y muy eventualmente, motivos geométricos. Las tonalidades son delicadas y armoniosas. Los especialistas han llegado a contar 7 colores con los que se han logrado hasta 190 gradaciones de color. Los colores, minerales y vegetales, se han conservado casi inalterados.
Los bordadores o bordadoras inventaron un punto que imita a la perfección las mallas del ganchillo. En ocasiones los bordados son salpicados por hebras de oro o de plata, por lentejuelas, por motivos hechos con cabellos humanos, con pelos de murcielago o de vizcacha.
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